Ido

Ido
El ido es una lengua auxiliar, posiblemente la cuarta lengua construida más usada en el mundo tras el esperanto, toki pona e interlingua aunque con gran diferencia en cuanto a representación por continentes y número de hablantes. Es una versión reformada del esperanto (idioma creado por L. L. Zamenhof) que en 1907 fue elegida oficialmente por la Delegación para la Adopción de una Lengua Auxiliar Internacional como el mejor proyecto de lengua internacional de todos los existentes. undefined La decisión no fue transparente: undefined discusiones solo en francés, los lingüistas eran minoría, siempre hubo ausencias y fueron decisivas el día de la votación, el delegado Louis Couturat y creador del ido (contra la regla de que un creador estuviera en el comité) propuso de la nada y como si de un anónimo se tratara un esperanto "mejorado", el delegado Beaufront escogido por la comunidad esperantófona para representarlos y defender por ellos el esperanto defendió finalmente el ido. undefined

Tiene unos 100 o 200 hablantes reconocidos, con "Congresos de Idistas" cada año en diferentes ciudades de Europa, que congregan a una decena de hablantes.

El ido apareció por primera vez en 1907 como resultado de un deseo de reformar los defectos percibidos en el esperanto, ya que sus partidarios creyeron que sería un obstáculo en su propagación como lengua de fácil aprendizaje. Muchos otros proyectos de reforma aparecieron después del ido como por ejemplo el occidental y el novial. Actualmente el ido, junto con la interlingua son los únicos idiomas auxiliares tras el esperanto con cierto peso en la literatura y con una base relativamente grande de hablantes. El nombre de la lengua puede tener su origen en la pronunciación de I.D.O., acrónimo de Idiomo di Omni (idioma de todos) o en el sufijo -ido de la palabra esperantido, que literalmente significa “descendiente del esperanto”.

El ido utiliza las veintiséis letras latinas usadas en el alfabeto inglés sin signos diacríticos. Sin dejar de ser totalmente regular gramaticalmente hablando, se asemeja a los idiomas románicos en aspecto y a primera vista se confunde a veces con el italiano o el español. El ido es inteligible en gran parte para los hablantes de esperanto, aunque hay ciertas diferencias en la formación del vocabulario, en la gramática y en algunas palabras de diversa función gramatical que hacen del ido, más que un simple proyecto de reforma, una lengua independiente. Tras su inicio, ganó un amplio apoyo en la comunidad esperantista que deseaba reformas en el esperanto (las estimaciones hablan de alrededor del 20 %). Pero a partir de entonces, con la muerte repentina de uno de sus autores, Louis Couturat en 1914, la aparición de cismas con otras reformas, así como el desconocimiento de que el ido era un candidato para ser una lengua internacional debilitó el movimiento pro ido, y no ha sido hasta el surgimiento de Internet cuando ha comenzado a recuperar su ímpetu anterior.